Entramos a una de las mejores temporadas del año: la primavera. Para el vino… ¡también un gran momento!

Y es que durante esta época del año el vino experimenta algunas etapas clave para su elaboración:

Brotación

Al llegar la primavera, la viña comienza a captar nutrimentos de la tierra, la savia viaja por la planta desde las raíces hasta las estructuras aéreas, y aparecen los primeros brotes o yemas. Con ellos, comienza un nuevo ciclo de floración que estará evolucionando hasta el momento de la vendimia.

Floración

Las pequeñas flores que aparecen en las vides se convertirán, en unos meses, en racimos de uva. La floración determinará el volumen de la cosecha y podrá dar pistas sobre cuándo se iniciará la vendimia, o la recolección de los racimos maduros. Si florece tarde, todo el proceso se retrasa, y la vendimia se realizará más tarde.

Cuajado

Los insectos polinizan las flores y cada flor se transforma en un pequeño grano de uva, dispuestos ya en forma de racimo. A partir de ese momento, toda la energía de la vid, con la ayuda de los rayos del sol, se concentra en la maduración de las uvas.

En conclusión, la primavera es uno de los mejores momentos del año para comenzar a degustar un vino, conocer sus sabores, sus procesos e incluirlo en nuestras reuniones. Esperamos que este post te sirva de inspiración.

¡Salud y buen provecho!